Fecha: 28/02/2020
Las competencias se definen
como capacidades generales o recursos de funcionamiento cognitivo, social y
afectivo de los bebés, que les posibilitan inicialmente sus ‘haceres’. Las
competencias les permiten acceder al mundo, comprender lo y construir
conocimiento. Su mente está en permanente actividad, organizando el
conocimiento sobre la realidad y su entorno; la transformación de las
competencias hace posible que los bebés logren una progresiva reorganización.
Las competencias se
relacionan con “saberes adaptivos “como alcanzar los objetos y comunicarse con
el otro; también hablamos de las competencias perceptivas, cognitivas,
lingüística, sociales y afectivas de los bebes donde es necesario observar su
actividad es decir su “hacer”.
Por esto, al hablar de
competencias se habla de movilizaciones y de caminos. La competencia de los
bebés evoluciona del ‘hacer’ al ‘saber hacer’ y su movilización, una de sus
características, les permite transformarse en ‘poder hacer’.
De 0 a 1 año
A los pocos días de
nacidos, los bebés reconocen de dónde provienen los sonidos.
Asombrosa-mente
imitan los gestos de los adultos, como sacar la lengua.
La sorpresa es una
de sus formas de conocer el mundo y un indicador de lo que “saben”
Es importan-te darles
afecto, atención y ser una buena compañía para ellos.
A través de las
emociones compartidas los bebés generan, intercambian e interpretan emociones
presentes en la relación con los otros
De 1 a 3 años
La conquista más
importante de los niños al final del primer año y buena parte del segundo es
la autonomía.
La capacidad de
utilizar los objetos como instrumentos en la consecución de una meta. La
cuchara es uno de los primeros instrumentos que ellos pueden usar.
A partir de los
doce meses son capaces de manifestar sus sentimientos de placer cuando hacen
lo que quieren y de frustración cuando no lo logran.
La expresión
artística y la creatividad es importante para ellos expresar sus emociones.
En el uso del
lenguaje, son capaces de referenciarse ellos mismos, usan el yo, pero también
el mío o el mí.
De 3 a 5 años
Entre los cuatro y
los cinco años los niños enfrentan el desafío de desarrollar su capacidad
para relacionarse con los otros y regular sus propios actos.
Es muy importante
en el desarrollo cuando los niños pasan de saber, a ‘saber que saben’ y a
‘pensar lo pensado’.
El juego
cooperativo es importante en el crecimiento de la autoestima, el
fortalecimiento de los valores y la formación de criterio propio.
A esta edad los
niños en ocasiones acatan y cumplen las normas.
Son capaces de
formular hipótesis o supuestos que les permiten explorar el mundo.
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